jueves, 31 de diciembre de 2009

SIN PODER VOLAR


Se me rompieron las alas

O simplemente olvidé cómo volar,

Cómo decirte que no te vayas

Quiero que sepas que me gustó jugar.

Dejé atrás mis pasos marcados de orgullo

Las noches sin sueño me la impuso tu voz

La cual de madrugada es siempre la de arrullo

Colgar el auricular es seguir pensando a dónde voy.


Y no lo sabes y, no lo digo...


No te culpo de mi incapacidad de elevarme hasta la luna,

Mis alas se cansaron de esperarte

Algo me dijo que tus razones no son sólo una.

Y morí una vez más por abrazarte.

Me duele, mis alas ya no me llevan hasta ti

Camino, el mejor camino es ese que no tiene fin

Y a diferencia de Benedetti, yo pediré que a mi ventana, sigan tirando piedritas.

domingo, 27 de diciembre de 2009

CONFESIONES 2009





Ya sólo quedan algunos días para decir adiós a un año que me trajo -como a todos - cosas buenas y malas. El octavo y noveno ciclo en la universidad no fueron los mejores, pero sí los más entretenidos. Mi días personales tuvieron ese mismo trascender, al final de estos doce meses, no la pasé tan mal…

Las noches de los viernes, diez con cero minutos. La última clase con Víctor Campos, yo como su delegada. El cansancio de todos aquellos que trabajábamos por las mañanas (que era la mejor excusa para no hacer los trabajos y faltar a clases). Pero lo que si era cierto –y creo que lo único- fue ese cansancio llamado estrés que la mayoría experimentó…

Necesitábamos distraernos, y con urgencia, relajarnos (descubrimos que nuestra carrera tampoco es tan sencilla), que requiere de mucho esfuerzo físico como mental y de más… Alegrarnos un poco fue una buena opción. El loco Aris propuso “El Mirador” (un bar en el centro de Lima), todos aceptamos y listo. Se convirtió en nuestro punto de todos los viernes al terminar el curso de Especializado con Campos.

El Mirador me enseñó –sin querer- cómo es que se escribe y describe la “ilusión a primera vista”. Este año que se nos va, me mostró ese bar ubicado en la plaza San Martín (séptimo piso, para los que quieren ir, y si van, avísenme). El lugar me produjo una adicción por la música ochentera, por el ambiente y por aquel muchacho con la mejor sonrisa que conocí al interior de ese lugar/ ese viernes/ esa noche. Amanecía y convencía a mis compañeros que se quedaran conmigo (gracias muchachos).


La camioneta de Pocho y el carro de Fercho fueron nuestras mejores unidades móviles para llegar al bar, sin pasaje a cambio claro está… Pocho, que nunca aparecía en el grupo (y así dice que me quiere, bueno lo decía), se adaptaba al ambiente rockero, aunque él más parezca hippie. Fercho, por otro lado, que sí es sesentero, setentero y de más, bailaba pensando que era electrónica. Cada uno con su estilo, con sus propios pasos de baile y por supuesto, todos y sin excepción alguna, con sus cervezas (¿verdad Alonso?).



Las chicas cumbiamberas (Nany y Jaquie)
casi nunca llegaron al Mirador con nosotros. Y la única vez que convencimos a Nany de que nos acompañase, se quedó dormida…

Fueron incontables las veces que acudimos al mismo lugar y sin hartarnos (y eso que suelo “hartarme” muy rápido ¿si o no Robay?) pero debo confesar que una de mis principales razones de desvelo en ese bar, era el muchacho estudiante de derecho que se atrevió a invitarme a bailar después de habernos mirado por más de una hora sin decir algo. Fueron las canciones más cortas de mi vida que bailé con él. Bailamos como seis canciones empalmadas (en realidad sólo nos movíamos lentamente para poder conversar). Nunca olvidaré los pasos que me enseñó. Bonita historia. Un gusto J.E.

Mientras tanto, Sadith y yo comprábamos nuestras propias cervezas y tomábamos solas (como en todas las reuniones) y no por egoístas o con el fin de emborracharnos (¡créanme!), simplemente no aguantábamos esperar a que los chicos nos sirvieran cuando se acordaban de nosotras, la niña y yo teníamos sed constantemente porque bailábamos mucho y como chicas independientes que somos (como diría Pocho: “Laaaaa miiieeeerrrrrrrrrrrr”), decidíamos comprarlas sólo para nosotras dos y compartirlo (a veces nada más) con algunas chicas, llámense: Fiorella, Jaquie, María y Chabelita…

Recuerdo que en ese tiempo de inolvidables viernes de bar, hacía mis prácticas en Radio Unión Esta casa que me recibió como practicante durante ocho meses dejó que sus integrantes soltaran su empatía conmigo. Las reuniones en ese medio las disfrutaba bastante, los locutores, los operadores de AM y FM juntos. El área de administración, junto a la gente de limpieza, todos unidos (en vano no se llamaba Radio Unión ¿no?), eso me agradaba. Mi trabajo no era complicado, pero sí fue –hasta el momento- el más sacrificado.

Yo narraba las noticias desde las seis y media de la mañana hasta las ocho –cómo me gustaba hacerlo-. Llegar de la universidad a casa a las once y media de la noche, todos los días. A veces hasta más de la media noche (pero eso era por culpa de David) el punto es que terminaba más que cansada...

Lo cierto también es que dormía muy poco. Despertaba a las cuatro con treinta minutos de la madrugada, en plena oscuridad, de lunes a viernes. Tomaba mi couster a las cinco de la mañana para llegar exactamente a las seis a Miraflores (ahí está la radio). ¿Por qué tan temprano? Pues por el simple hecho de que salíamos al aire a las seis con treinta.

Yo era la más pequeña de la empresa (en tamaño y edad). Radio Unión, fue una buena experiencia, siento no comunicarme con ellos, porque también debo decir que soy de las personas que no toman la iniciativa (sólo para algunos casos). La palabra precisa es “ingrata”, sí, eso soy. Además debo confesar que la frase “Lo siento”, ha sido la que más utilicé este año, aunque Luis (que tiene mi apellido) diga lo contrario.


Sí, es que siento haberme alejado un poco de Nany (sobre todo en octavo), siento mucho haber desperdiciado mi tiempo en cosas que no puedo mencionarlas por respeto a los seres humanos como él. Siento haber dejado de ir al Mirador. Siento haber dejado de intercambiar mensajes de texto con el muchacho que conocí en el Mirador. Siento muchísimo de alguna manera haber perjudicado una larga relación (aún busco culpables). Siento que haya muerto Benedetti. Siento demasiado que mi hermana se haya enamorado y quiera alejarse de la familia para hacer la suya. Siento no haber leído por completo Todas las Sangres (aún tengo tu libro Valero). Siento no haber regalado un show este año para niños que lo merecen. Siento la muerte de Andrade Carmona y lo siento más por su reemplazo. Siento haber estado tan estresada, pedirle masajes y haberlo besado tantas veces (no, eso no es cierto) y tal vez siento haber titulado “sin nombre, compañero”.

Claro, no me arrepiento de lo sucedido, las cosas pasan por “algo”, lo malo es que no sé porqué y no encuentro mejor forma de definirlo…

Confieso que nunca fui infiel a mi pareja, tal vez ellos lo fueron conmigo, la verdad no lo sé y eso no interesa ahora. Así mismo, debo declarar que sí contribuí siendo parte de una infidelidad. Son cosas que suceden a esta edad (digo ¿no?).

Dos mil nueve ó 2009, bueno, de todas formas igual se va. “Marca Registrada” fue un programa de corta duración en algún canal de señal abierta en el cual participé. No puedo negar que en ese breve tiempo aprendí cómo es que se trabaja en televisión –o al menos - tengo una noción algo más clara de lo que se hace, cómo se hace y de lo que no se hace.

Me gustó reportear (esa era mi chamba), me gustó estar en las calles, conversar con gente que no conocía y, debo confesar que también me gustaba la persona que hacía de camarógrafo, pero que en realidad era el editor. Una de mis tantas comisiones fue viajar a Cajamarca, mi estancia en ese lugar fue más corta que el mismo programa. El trayecto (ida y vuelta) fueron de treinta y tres horas aproximadamente y mi permanencia en esa región carnavalesca sólo duró seis horas. Osquitar, quien fue el que me hizo cámara –en esa oportunidad- estuvo molesto al regreso, pero no por eso dejó de hablarme durante el camino y nunca me dejó leer.

Los reportajes me entretenían, claro, por distintas razones: aprendía más, escribía más, pensaba más, veía más al muchacho de piel blanca cada vez con más frecuencia, lo veía al editar, al locutar, lo veía en mis sueños y hasta simplemente cuando cerraba los ojos.

Debo confesar que no lo confesaré todo, lo siento (la más utilizada), pero es la verdad a medias, que de ese modo quizá deje de ser verdad… y la verdad es que no me atrevo a contar los detalles de este año al que decimos adiós y, es que como ser humano, he cometido muchos errores, de los cuales no me arrepiento, claro está. Temo herir a terceras personas que no tienen nada que ver en mi vida. Tengo que decir que no lo diré todo por el simple hecho de que aún no se me hace fácil reconocer esos errores o simples metidas de pata, pero también debo admitir que me gustó cometerlos…

Hay cosas que se me escapan, soy despistada, más de lo que parece y Luis ya se dio cuenta. Hay mucho que escribir, mucho que contar, mucho por describir acerca de lo que siento (eso es bastante y no me alcanzan las palabras) y así lo hago o, así trato… Y si sigo escribiendo es porque se volvió mi adicción, como el Vick Vaporub.

Vick (Víctor Villacorta) dice que le gusta leerme y me anima a garrapatear sobre hojas en cualquier momento –gracias- te regalaré un cigarrillo y un halls negro por eso (asumo que aún fumas por cajetillas). Lo extraño es que él escribe mucho mejor que yo.

Este año se termina con la fiesta de fin de ciclo en casa de Silvia, los chicos, las chicas, todo

noveno (casi todos), el penúltimo ciclo en la universidad, la tristeza se hace presente con sus bailes y diálogos. Se brinda pensando en decir hasta luego o nos vemos y la verdad es que se toma simplemente porque sí (pregúntenle a Dieguito). Ya extraño: sus payasadas (de Damiano), los piropos mejores elaborados por mi Cris Cris, el “ta´su mare weon” de Julito, el “habla bieeen” a quien le caiga de mi Abe y no quiero ser pesimista en mi texto pero no podemos olvidar a Gordito y sus negativas, pero que al final de eso, se le quiere. Fernando y yo hemos previsto la despedida, no a detalles, sólo predecimos la tristeza de cada uno de nosotros, pero sabemos que todo lo que viene también se va. Compañeros, amigos, estamos apunto de decirnos “hasta luego” y “nos encontramos en algún medio”.

Andrés no es un compañero de clases, pero podría decir que es un compañero en el blog. No recuerdo exactamente cómo es que tomé contacto con él (sólo sé que fue a través de nuestros escritos), aún no lo conozco personalmente, sin embargo, puedo asegurar que le gusta tanto el invierno como a mi, sobre todo cuando hay neblina, que detesta caminar bajo el sol, sabe llorar, que adora los días y sobre todo las noches frías. Las estrellas y la luna le provocan esa sensación que no puedo explicar pero sí sentirla. Debo agradecerte Andrés, por los detalles, por las comas, los puntos seguidos, por los suspensivos, por tus escritos y por tus mails con harta inspiración.

Debo confesar que nunca me dijeron “te amo”, yo tampoco lo hice. Lo oigo a cada momento, lo mencionan a cada instante, casi casi como decir “buenos días”. Un te amo va más allá de la vida que conocemos, más allá de la piel y del ser en posesión. Un te amo está lejos de la realidad. Un te amo es la frase que desconozco y que tal vez logre aprenderla. Qué tengo ¿ansias? Sí. Que tengo ¿miedo? Bastante. Que me derrito ¿si me besas? te lo confesé una noche. Que ¿me siento sola? Sí. Que me gusta ¿estar sola? lo dudo ante tus ojos. La soledad, yo no preciso, no te preciso…

Sólo faltan pocos días. Este es un año más o un año menos que afrontar. Ten piedad de mi 2010 y bienvenido seas…

jueves, 24 de diciembre de 2009

NAVIDAD


Me molesta y sobre todo me entristece que un día como hoy, la gente quiera ser “buena”. Dicen que un día cómo hoy nació Jesús, yo no lo sé, sin embargo, no comprendo porqué el actuar de la mejor manera por parte de los demás y sólo por hoy. La media noche, los cohetes, los abrazos, los besos, el Feliz Navidad, las luces, el olor de la pólvora se asocian con la buena voluntad hombre.

Me jode que sea así. Cómo saber que Jesús nació un día como hoy. Por qué realizar actos de buena fe sólo cada 24 de diciembre. Por qué se perdona una fecha como esta, por qué uno se saluda de lo más cordial si hace dos semanas se estuvo hablando muy mal de aquella persona, por qué se le brinda asientos a las personas de edad hoy en los micros, por qué las familias se juntan a cenar y mañana de desunen otra vez.

Navidad, ojalá pudiésemos entender el significado que se pregona por todos lados. La unión, el amor, el afecto, el perdón, tal vez, al final todo sea comercialización. Navidad, no sé porqué tuvo que existir esa palabra para sentir (o fingir) la ternura del día. Cada 24, la gente se vuelve gente, como me irrita su hipocresía.

Ojalá pudiésemos compartirlo todo; no sólo un panteón con chocolate. Que la navidad no resuma nuestros sentimientos, ojalá pudiésemos inventar una navidad todos los días, a ver si de esa manera se entiende el concepto de convivir en armonía.

sábado, 12 de diciembre de 2009

MIRADAS


Maquilladas van algunas, sigilosas no lo sé y otras desviadas al vacío del sin fin…

Vagas como siempre, entrecruzadas por el simple transitar. Miradas que se cruzan para tener rumbo ajeno y dejar las preguntas flotar. Tan sin límite van, vagabundas y sin temor al pasar, sin ánimos o con ellos de conseguir alguna identidad.

Una sonrisa me basta, y soy feliz…

Sólo quiero transcribir el coqueteo inocente o inconsciente del tránsito visual ante mis ojos perturbados. Los ojos te tocan, las miradas te saben llamar. Puedes jugar, está permitido. No hay ley que quiera abolir la distracción de segundos y parpadeos eternos. Puedes hacerlo una vez más, sin temor a ruborizar, que caigan tus palabras a través de eso que sabes hacer mejor; decir mucho sin hablar con mirar…

Ahí, van, afligidas, sin ansias de conocer el día actual. Atentas y curiosas también, hasta ser acosadoras. Miradas efímeras. Se acaba el día y sé mucho de todos, miradas que se esfuman como el día, y se pasan las horas sobre mis ojos. Ojos que van a la deriva, desconocen el andar de sus propios pasos, tu mirada también va perdida, ahí va, que se cruza con la mía, tendiendo a la distracción.

Ahí están, cansadas, medio vivas y hasta incompletas. Las veo de reojo, concentradas apuntando a su blanco de prioridad. Se muestran constantes, arruinadas por la rutina de paisajes memorizados, hasta cerrarse en ellas. Hasta perderse del día místico, de conversaciones insolentes, coquetas y también vacías.

Miradas que ensayan insinuaciones, excusas y protestas de los ojos ajenos, a los ojos prohibidos, a veces cautivos. Los inciertos pasos que cruzan fugazmente la ventana, en la cual me refuhgio, han desfilado para mi de para en par. Te capturan por instantes, con expresiones añadidas. Han modelado con sus diversos colores y formas envolviendo el enigma de su trascender fortuito.

El viaje cansa, el paseo de miradas jamás. No volveré a jugar con palabras, ni correré a tu llamado. Esperaré una mirada con cariño y con ansias de mirar más allá.

Eso es asaltar la intimidad, pienso en silencio, sin que te lo digan mis ojos. Plasmarse y sabotear parte del día ajeno desde otro ángulo. Lo acepto. Lo hago. Eso es apreciar desde afuera, conocer la mitad de lo desconocido, encontrarle lo agradable al día hecho hombre… y pregunto ¿quién me mira?

miércoles, 9 de diciembre de 2009

ENVIDIA




No puedo contraminar tu aire, no temas, que no pretendo ahogarte en ese humo que alguna vez te inmiscuí. Lo sé, no es tu favorito como el mío, lo sé. Y sí, aún fumo, menos que antes pero ahora tú respiras mejor que yo…

Mientras tú compones frases y melodías que emanan de tus dedos, yo le bailo a la nada con lágrimas por todo el cuerpo sin saber a dónde ir. Y le envidio a tus días y al modo de llevarlos…

Es bueno saber que tengo la vida como excusa para llorar. Es bueno saber que estás bien y ella te quiere. Es bueno saber que ya no soy motivo de tristezas ni de recuerdos melancólicos. Es bueno saber que la guitarra sigue siendo tu adicción…

Tú sigues cantándole a la vida. Yo sigo sin saber de la vida como lo sabes tú, o de esas cosas que me enseñaste tiempo atrás que –la verdad- no quise aprender.

Envidio esa tus lágrimas que ahora son una suerte de besos correspondidos. También envidio la suerte que te lleva a caminar de la mano con el amor. A lo lejos veo que eres el mismo, tan simple como el viento. Que envidia dejar de lado los prejuicios para seguir siendo tú. Que envidia tener “ese” poster de The Beatles y ser fanático de Charles Ch.

martes, 1 de diciembre de 2009

¿PARA QUÉ?


Para qué tomar mi mano. Por qué juntar tu tacto con el mío, si no sabes que por las noches escribo pensando en ti. Es como caminar enlazando los dedos con tu mirada perdida y la mía muy aparte…

Para qué besar tus labios. Para qué tomar contacto dulce y cambiar de lugar mientras cierro los ojos, si ni siquiera sabes que lloro al oír a Benedetti. Es como volar muy alto sin mirar y, caer desprotegida sin tus brazos a mi alrededor.

Para qué mirarte a los ojos. Para qué perderme en tu noche visual, ¿sabes acaso que el color que prefiero lo tienen tus ojos?

Para qué acariciarme y juguetear en mi rostro. Para qué estremecerme con tus suaves y efímeros movimientos, si aún desconoces que el sol no puede tocarme como lo haces tú. Ahora dime si sabes lo que quiero y, para qué.

jueves, 26 de noviembre de 2009

SIN NOMBRE, COLEGA



Los rótulos o nombrecitos distintivos no van conmigo. Te prefiero simple, libre y sólo. Eso de identificarme, identificarte e identificarnos bajo un título me parece de lo más escueto y aburrido. Quiero verte absorto en ti, al menos una vez, lejos de todo, ensimismado en tu cuerpo y ajeno al resto, pero libre al fin…

Sin nombre compañero - amigo. Sin nombre, que no me agrada limitarte ni que lo hagas conmigo.

Sin nombre primo - hermano. Sin nombre, que tu apellido y el mío… “ojo, no es lo que parece”.

Sin nombre niño - bobo. Sin nombre porque las bromas -de todo tipo- encajan exactamente ahí, donde no tienen denominación de existencia y -tal vez- ni sentido.

El común denominador de parejas parametradas bajo el mismo nombre. ¡Que miedo!, ¡que feo!, ¡que pobre! Que triste aquel que sólo tiene enamorado (a). Yo postulo a tener más que eso…Sin nombre colega, que el resto de humanos pregunta sobre nosotros sin encontrar explicación a nuestros ojos. Como los demás –aquí en la tierra- pretenden encasillarnos, como quien no quiere la cosa. Mejor enrumbemos a Marte…Sin nombre, que es interesante jugar limpio si dices la verdad.

Si eres tú, pues serás todo aquello que se pueda ver o simplemente sentir, sin más ni más. Si eres el mismo, serás todo lo existente y lo que está por crearse. Serás todo aquello que no pueda definir con sólo palabras (lo más inefable), mucho menos con nombrecillos. No me gustan las etiquetas que pretenden resumirnos. Sin nombre por favor, sin nombre.

domingo, 15 de noviembre de 2009

SOLEDAD


Estoy tranquila, serena, buscando aún mi soledad. Buscándome para encontrarte. Encontrándome para correr a esperarte. Caminando con mí propia sombra y observándote a la distancia. Probando otros labios para –por fin- disfrutar de los tuyos.

Sigo bailando, ensayando los pasos que sincronizarán con los tuyos. El choque de nuestros mundos no es una desgracia general, sólo es inminente.

Voy aguardando tus ojos. Te estoy pensando. Te he pensado tanto, que creo que existes. Y te voy escribiendo. Los verbos resultan ser mejores que los sustantivos… No me apresuro, no lo hagas tú.

Mantente alejado y disfruta de tu soledad…

Estoy navegando en tus aguas desconocidas. Intentando nadar y de no ahogarme porque no vendrás a salvarme, por ahora.

Ocúltate de todos, aléjate pero no te aísles de los demás. Encúbrete bajo la oscuridad, ahí estaré, ahí me verás.

Piérdete, aléjate, búscate. Quiero verte florecer, a lo lejos. Siempre a lo lejos. Verte caminar lleno de ti, contigo mismo y sin mí. Te veo caminar sombrío, lleno de invierno y con frío.

Voy a descubrirte, mientras tanto, disfruta de tu soledad…

Estúdiate, enséñame a sumar tus secretos con los míos. Analízate, piensa que existo, cree que existo. Encuéntrate, encuéntrame, pero no me busques.

Te entiendo y sé que no estás. Disfruta de tu soledad, esa mal interpretada soledad, la dañada con lágrimas, la consignada de tristeza. La mal llamada “triste soledad”, la señalada como el terror de la vida. La vida es soledad.

domingo, 8 de noviembre de 2009

ELLOS Y ELLAS


En estos últimos días he descubierto cosas relativamente interesantes. Entre ellas, he comprendido una de las debilidades del hombre… las mujeres, y porqué no decirlo, sucede a la inversa también. Sus gestos, sus miradas y el porqué de sus mentiras son parte de su natural vida.


No quiero entrar en detalles con ese asunto de las mentiras y los secretos -porque soy la menos indicada- pero me animo a escribir porque a Melisa le gustó el texto anterior (18/09/09)
Y la verdad es que Osho (gracias Nany) afirma que los hombres (ser humano) por naturaleza somos polígamos. En otras palabras: muchachas nunca encontrarán a un muchacho fiel y ellos tampoco lo encontrarán es ustedes (no me incluyo ¡déjenme! es mi texto)


El problema es que nosotros no entendemos las innatas inclinaciones que poseemos hasta que las desarrollamos, o hasta que “metemos la pata”… lo cierto es que nuestras tradiciones nos dificultan ver más allá de lo evidente.

Voy descubriendo, que estamos hechos para equivocarnos una y otra vez… y ¡que placer hacerlo!
En casi todas las reuniones (llámenlos tonos, juergas, trancas, etc) He conversado sobre chicos. Es un tema que nos llama mucho la atención, no sé por qué, bueno tal vez sí lo sé. En realidad no es excesivamente interesante hacerlo, pero una vez que se ingiere alcohol hasta resulta agradable y emocionante.


El otro punto es que también he conversado mucho sobre chicas. Sin duda, hasta las he comprendido mejor (pero eso sí, aún no me comprendo)… Sin embargo la forma de llevar los días no me resultan fáciles, pero sí agradables. Ahora, ¿hay conclusión dentro de estas líneas? Si es afirmativo, que bueno. Si es negativo, tengan en cuenta que aún no termino de leer a Osho ni terminan mis días confusos…

miércoles, 21 de octubre de 2009

UN SECRETO Y MIL REPRESIONES


Te recuerdo a ese tu desorden, donde tal vez extravié mi pendiente -o donde - perdí lo que aún tengo pendiente por hacer y decir.


Tengo una mentira compartida y no suelo mentir (créeme que no es mentira). Hay un secreto casi nuestro, una confesión inquietante, un hecho no confirmado, una acción no filmada pero grabada en ese espacio donde se relacionan, las no relaciones y callo…


Tu recuerdo me recuerda y me amordaza. Te recuerdo a esas bromas bobas que sueles hacer, a las que suelo hacer. Tengo la sonrisa tuya, las carcajadas aprendidas con palmadas, las cosquillas amenazantes. Tengo tu sentido del humor, la yema de tus dedos sobre mis hombros y las palabras que compusiste por la tarde sin poder volver a mencionarlas.


Te recuerdo a lo distraído que eres - quizá más que yo - y te recuerdo más, que es casi lo mismo a decir que te hago recordar. ¡Que ambigüedad! … Como las miradas, como las palabras, como los mensajes simples que en realidad no lo son. Tengo un pacto de silencio que se me ocurre romper al escribir, eh ahí mi motivo del por qué dejo de escribir ahora.

domingo, 18 de octubre de 2009

HARTA


Es un karma lo que me impulsa escribir ahora.


Estoy harta de que la gente me pregunte porqué no tengo enamorado, o porqué terminé con él, pero no preguntan, por qué él terminó conmigo. Como sea, vivo harta de recibir mensajes de texto que pretenden ilusionarme con frases halagadoras que a su vez hacen que pierda mis mensajillos que la promoción de Claro me ofrece cada semana (porque me agrada seguir el juego y escribir también).

También estoy harta de recibir llamadas de las personas con las cuales no quiero salir y tener que inventar más de mil excusas para no quedar tan mal porque soy cobarde para decir “no quiero salir contigo” (y gracias a Dios que trabajo los fines de semana y llego cansada, esa es mi mejor y tan cierta excusa)

Vivo harta de pensar en los trabajos que me dejan en la universidad- creo que también vivo harta de la universidad - pero sé que la extrañaré cuando me vaya. Me quitan tiempo las labores grupales donde hay más chacota que organización.

Estoy harta de que la gente arroje basura por las ventanas de los carros y nadie (ni yo) se anime a decirles algo. Estoy harta de pelear todas las noches con los cobradores de las couster que me llevan a casa luego de clases, porque el abusivo que me cobra el pasaje no le interesa que estudie hasta muy tarde y viva tan lejos, así ignora mi carné tratando de amilanarme con sus jergas y su pésimo vocabulario.

Estoy harta de las estaciones del año, tan obviamente inminentes –sobre todo el verano- como lo detesto y vivo tan harta de la ropa ligera, de los pantalones cortos, de los lentes oscuros, de los fastidiosos medio días, del motín de gente en las playas. Harta de tanta luz, la del sol, la eléctrica y la de tus ojos que los recuerdo como ayer viernes por la noche.

Ando harta de ver a tantos niños trabajar en las calles y no tener el maldito dinero suficiente para ayudarlos. Dinero, estoy harta de tenerlo y no tenerlo, de ganarlo y perderlo, que más da, sólo es el estúpido dinero, pero de ese estúpido dependo mucho…

Estoy harta de ver a tantos policías hablando a través del celular horas tras horas –claro, tienen el chip de cuatro dígitos, ¡malditos!, estoy harta de ellos, (menos de mi hermana, aún la soporto con uniforme). Estoy harta de la seguridad que no hay y que nos brindan ellos, que quede claro que mi hermana sí me cuida y mucho.

Estoy tan harta de que siempre me obliguen a ordenar mi cuarto, como de escribir que estoy harta de no hartarme en hacerlo.

miércoles, 26 de agosto de 2009

¿MITÓMANA O INMADUREZ?


Más pretextos para verse bien y captar la atención de la menor proporción de sexo en el mundo. Hoy hay una mentira más que ronda su cabeza que luego aflora con naturalidad. Sólo hay que ordenarla y hacerla calzar a la perfección sin alterar los minutos y segundos para no levantar sospechas.


Su creatividad es interminable cuando se trata de cubrir con historias su carencia de amor. Hay el temor de quedarse sola alguna vez, próxima o lejana, pero alguna vez y sola…
Golpea sin mirar y eso duele más. Su ligera ceguera temporal como sus años me dan esperanza de verla crecer aunque ella lleve la ventaja de casi dos docenas de meses. Seguir vigilándola a lo lejos debido a su hermetismo será una nueva inspiración de las que colecciono sólo para ella y por ella.


Hay más excusas que oír para no perder el corazón de dolor. Prefiere oírla y participar en su cuento que agradece si quiera tomarlo en cuenta. No le quita la mirada porque teme perderse ese final esperado, hasta quizá trillado. Sus ojos están quietos y prestos a perdonarla. Hace de cuenta que ese argumento es más original que el anterior y que por lo tanto cree que su tonto anhelo podría convertirse en verdad.


Carece de síntomas convergentes al sexo que la hastía porque desconoce el camino que vive. Los cinco años de encierro en “formación” le escudan el comportamiento confuso que lleva. Me desconcierta lo agradable que le resulta caminar nerviosa, hablar susurrando para no ser descubierta, mirar a todos lados mientras emite una mentira más. Jura empezar de nuevo, yo no le creo, él tiene miedo y no piensa ya.

domingo, 9 de agosto de 2009

LA PERDONO

No te culpo. Es mi recalcitrante cabeza que se aferra a conservar cada movimiento tuyo,
No me culpo. Me hicieron tan flexible ante eso que le llaman amor… no le tomo importancia ya.
Pero déjame culpar a la noche. Esta vez le toca ser autora principal del suceso más tierno de mi vida, haberte visto. Hoy, es ella la culpable de que vuelva a escribir y a soñar sin poder dormir.
Si ella se alió a tus manos, y tu sonrisa fue parte de la historia conspirada, la perdono.
Si ella creó el cruce de miradas incansables, la exculpo.
Si ella, por ser autora confesa del hecho que crea una nueva historia, me regaló la mejor de sus noches, no habrá sanción que la castigue.

lunes, 27 de julio de 2009

QUE DIFÍCIL


Que difícil se me hace conjugarte en mi vida a pocas horas de recordar el momento eterno en que te vi.

Este puede ser un paso en falso si no dejo de pensarte. Y es que se me hace difícil asimilar tu rostro cuasi perfecto y no poder dejar de mirarte aunque no estés.
… Pero te pienso. ¡Que difícil no hacerlo! Y vuelvo a mirarte colgando los ojos, estando sin estar presente, hablando sólo para ti, sonriendo sólo para regalarte mis mejillas que te divierten, bailando sólo porque también te gusta hacerlo.

Y pensé en mirarte y marcharme melancólica como para no perder la costumbre de las noches, y ésta era mejor porque llovía. Planeé mirarte por última vez y terminar lo que no había empezado. Que difícil había sido sólo pensarlo, que triste haberlo pensado.
… que bueno que no haya sucedido como lo imaginé. Que bueno es que te guste bailar. Que bueno es que hayas extendido tu mano para enseñarme pasitos nuevos y no bailar sola (al menos por unos días, meses, ¿años?). Que alegría desvelarme con tus pasos sincrónicos a los míos y reír con tu sonrisa.


Que miedo tocar tus manos, que miedo no saber bailar en ese instante y olvidarme de que lo sabía. Que miedo mirarte tanto tiempo y acostumbrarme a tus iris en oscuridad...
Sí, sigo bailando porque tu música parece ser la mía. Sigo bailando porque quiero que veas y analices mis pasos con paciencia. Sigo bailando como pretexto de poder tocar tus manos. ¿Bailarás conmigo, o es difícil?

sábado, 25 de julio de 2009

TE MIRO


Cómo dejar de mirarte. Podría haberte regalado mis ojos esa noche, podría haber robado los tuyos también. Quise llevarme tu sonrisa para el camino, para la noche en que llovía, para la semana con tu ausencia…


Te sigo mirando como la primera vez…

viernes, 17 de julio de 2009

ELLA BAILA SOLA

Ella ya no busca excusas ni se inventa más personajes donde refugiar su dolor. Ya no crea historias bonitas para ocultar su llanto y no busca fingir una historia más de tantas que nunca muestra y llora con el frío de la mano y en silencio…

Ella llora sola y sólo por las noches, con papeles en las manos. Los despinta ahogando letras, las distorsiona manchando hojas. No sabe conversar con la almohada, dejó de soñar hace mucho o no quiere recodarlo para no abarrotar de cursilerías las hojas de papel.

Ella baila sola…

Él sigue cantándole a la vida, a esas vidas que le enseñan a vivir y a esa que le escribió alguna vez. Ella sigue bailando sola sin saber de la vida como lo sabe él y sin saber de esas letras con melodías.

Ella compone un verso de amor al viento. Juega a respirar tranquila y llena de paz. Ese frío la enternece y oye ocho veces la misma canción disfrutándola cada vez más.
Ella sabe que puede perder y se asusta. A veces viste de color soledad y otras sólo intenta desnudarse ante él.

Ella va de prisa y ansiosa de él, él sólo la observa, la ve y la mira. Va tan de prisa que se aleja cada vez más, camina sin volver los recuerdos y se marcha bailando libre del dolor que implica el amor…

martes, 14 de julio de 2009

LIMA

Siete de la mañana marca el reloj de un señor parado a mi lado que me abastece el tiempo a cada segundo. Viajo en la incómoda movilidad de siempre, que me lleva al mismo lugar. Intento aflorar mi paciencia, pero el tránsito vehicular puede más que yo.

Los cambios nos tienen algo irritables. A Lima quieren convertirla en ordenada, limpia, respetable, de la noche a la mañana. La neblina mañanera nos ciega ante el abrumador caos que vivimos trabajadores y estudiantes que laboramos el en centro.

Calles cerradas, desvíos improvisados; observo la alteración de vehículos en silencio junto a más de treinta almas que viajamos en el mismo transporte sin inmutarnos por resignación.
Se detiene la combi una vez más, la tardanza se pronuncia con tensión. Se recogen pasajeros en cualquier lugar, el orden es elitista, es permitido que los pasajeros bajen “en el arbolito de la derecha”.

Hay policías en cada esquina; tratan de imponer orden incrementando el bullicio con su silbato al los ya existentes sonidos de claxon y cobradores gritones.

El tiempo no se detiene; no hay cambio en la Capital. Es lógico que se quiera dar mejor imagen al país, pero, para que ello ocurra, tendríamos que remontarnos a nuestra historia.

Nada se puede hacer de un día a otro sin pensar en los perjudicados. Es también buena idea escucharse unos a otros.

lunes, 13 de julio de 2009

LA PEQUEÑA

Si pregunto por ¿qué te fuiste?, vas a herirme o no satisfacer mi pregunta. Si lloro más de lo normal, temo a deshidratarme de dolor y sé que tu dirías “carajo son tonterías, todos vamos a morir”.

Pero todos van allí, así, contagiándome con sus lágrimas, recorriendo tu casa, caminando despacio, brindando por ti. Y no quiero verte, no me acerco, te dejo descansar porque sé que comprendes mi temor por lo desconocido y lo que aun no quiero conocer.

Te dejo descansar tranquilo que prefiero recordarte cuando llegabas a casa a burlarte dulcemente de lo que me ocurría con esa gracia natural…

Lo cierto es que la más pequeña pregunta: “¿Por qué papito, si yo aun tengo nueve años, por qué no esperaste a que tenga 18 para poder defenderme?…”

Su frase amordazó a todos, nos dejó sin respiración y sin respuesta alguna, porque nosotros como adultos tampoco entendíamos por qué te fuiste y con la impotencia incrustada, quedamos en silencio sin explicarle algo a tu pequeña.

Para ellos dos que tampoco entienden, y sin embargo actúan como si todo estuviese claro, tratan de asimilar la prueba más difícil que les tocó vivir. Te extrañan y se quedan con mucho de ti divagando.

Lo cierto es que nadie pueda absolver las dudas que pasan por esa cabecita de tu nena, por más que se intenta, la pequeña sigue pensando e intenta explicarse el por qué la vida le quitó lo más preciado. Lo cierto es que yo también me cuestiono lo mismo.

lunes, 6 de julio de 2009

Hoy sólo narraré el suceso más importante de la semana: TE EXTRAÑO MAMÁ.

lunes, 29 de junio de 2009

EL CONTADOR DE ESTRELLAS

Él sale de noche, cuando las superficialidades del día ya no manchan las calles, ni el mal humor transita a su alrededor. Camina con las manos en los bolsillos, mirando hacia abajo, pero mirando hacia delante de vez en cuando…

Él sale con las estrellas, (aunque yo afirmaría que las estrellas salen con él), quizá para mirarlas, quizá para contemplarlas, o tal vez sólo para contarlas y enterarse una vez más que son interminables como sus ojos. No va de prisa porque el tiempo no representa una constante que maneje su vida – que envidia- . Anda con esa sencillez al caminar derrochando calma y pregonando serenidad. Se desliza con pasos suaves, es tan ligero pero fuerte, sus ojos brillan jugueteando con esos pequeños astros, esas lucecitas que se enamoran de él y viceversa…

¿Cómo descubrirlo en todas sus dimensiones? ¿Cómo sentarme a su lado y ayudarlo a contar estrellas? y decirle que yo también las cuento casi siempre, caminando con las manos en los bolsillos, sin mirar a nadie y presumiendo de sus mismas ideas, pero no sabe que lo observo…

Camina sosteniendo un libro, su piel es pálida y luce suave, es la combinación perfecta para escribirle unas líneas más al día observándolo sin ser observada…

Abre el libro ojeándolo como para recordar dónde es que se quedó. Levanta la pierna izquierda apoyando casi el talón sobre su rodilla derecha y se torna inmerso en él, sólo en él -que lástima- porque lo sigo mirando.

He decidido renunciar a sólo contemplarlo en mi mente y a lo lejos. Tengo celos de ellas que cuando las mira brillan más y sonríe. Aunque no se puedan humanizar yo intentaría convertirme en astro para que me encuentre y brillar aún más si tengo su mirada. Pero también decidí terminar estas líneas sin buscarlo…

viernes, 26 de junio de 2009

SIN ESE ABRIL

Sin abril, no habría esperanzas de un nuevo invierno…

Sin ese abril yo no sabría qué significa gastar las noches para crear ilusiones y guardarlas en el cajón que no existe.

Sin abril, habría menos poemas y menos canciones…

Sin ese abril sólo me consolaría ese mayo sin final y un junio afligido del cual quiero escapar si tú no lo detienes.

Sin abril, once meses es muy poco tiempo o demasiado vividos…

Estanco ese abril para vivir con la ilusión y hacerla eterna. Discrepo con ese abril que abusó de mí y lo disculpo otra vez sabiendo que ante sus ojos nunca sé.

Sin abril, no existiera semana santa, y cómo olvidar esa semana que no fue santa…

Sin ese abril, no entendería que un mes no son sólo 30 días. Tampoco comprendería que una noche frente al mar es eterna si se quiere.

Sin abril, esta historia no existiera…

Sin ese abril no sabría qué es desvelarse pensando como alejarnos de Lima sin dejar huellas para seguir perdidos.

Sin abril, sin ese abril... ya es tarde… abril existe.

martes, 23 de junio de 2009

NO ES RECOMENDABLE

Bienvenido seas tú que se aloja en mi tristeza y trata de anularla con acciones delicadas, detalladas y armoniosas. Bienvenido seas al querer apaciguar mi dolor oculto entre sonrisas, simultáneas a las tuyas.

Tengo una tristeza excitantemente estancada, apunto de dejarla ir y no querer soltarla. Planeo archivar las horas gastadas en letras, eso es todo; y es todo lo que sé hacer. Pero ten cuidado, que aunque el miedo lo cargue yo, no es recomendable que te interese ayudarme.

Dudo que quieras conocer mis confusas letras. Dudo que quieras compartir el final. Yo puedo escribirte pero no describirte, ya lo intenté, no puedo hacer más. No es culpa mía el que no captes mi atención como yo lo intento con esos pequeñitos…

Léeme que estoy dispuesta a la acercarme un poco más, pero camina despacio, que no soy tan sencilla como parece… aunque eso no sea recomendable.

Sé que miras lo recóndito que guardo para un tiempo inexacto, pienso que tú si puedes ver lo que no se ve con facilidad… Ahora mírame, aunque en realidad no sea eso recomendable, mírame y léeme; y no digas más que ya me cansé de hablar.

Sólo si pretendes saber qué es lo que llevo dentro; acércate, acércate más porque nadie puede verlo y deseo saber si tú puedes hacerlo. No pretendas ilusionarme que soy accesible a los intentos lentos y agudos. No indagues más de mis días que yo puedo contarte todo con un juego de letras…

Aunque te confieso que no es recomendable… pues descubrí lo excitante que es volver los ojos a la soledad…

miércoles, 17 de junio de 2009

RECUERDO QUE LO EXTRAÑABA

Lo único que recuerdo de aquella noche fue que necesitaba mi Vick Vaporub, claro, el de cada noche. Esa era una noche más, pero no una común, noche sí, igual no. Esa era triste pero con matices de felicidad y paz. Yo estaba mal, quizá el alcohol te vuelve bien, claro que el bien y el mal son relativos, pero lo digo yo. Estaba bien mal esa noche.

Es falso que el alcohol hace llorar a la gente. Quizá lloraba porque me robaron el Mi Vick Vaporub. No estaba y una honda soledad fría, pero agradable, se apoderó de mí y su ausencia bailaba de madrugada y yo no bailaba con él, pero recuerdo que extrañaba su frío.

Recuerdo que esa noche dormí sin él… sin su aroma adictivo y escalofriante. Esa noche fue corta, no porque lo que recuerde sea casi nada. Fue corta porque no estaba él, la hice corta porque no quería extrañarlo, fue corta porque él me esperaba en otro lugar y necesitaba despertar para irlo a buscar.

Esa noche estuve sin él, y él no podía buscarme y mucho menos yo encontrarlo. Ya no recuerdo más, pero recuerdo que lo extrañaba…

Sí, recuerdo que lo extrañaba y mi cabeza se movía más que yo al momento de bailar porque ella daba vueltas, muchas vueltas. Mis ojos no servían más que para mirarte, pero no estabas, y opté por cerrarlos y mirarte sin observar.

Sólo recuerdo que lo extrañaba y ahí quedé, sobre el hombro ajeno. Dormida lo llamé, lo busqué, él no llegó y yo no desperté…

domingo, 14 de junio de 2009

COMO TÚ

Si todos sonrieran como tú, yo sonreiría más de lo normal.
Si todos me miraran como tú, yo no apartaría los ojos del hombre.
Si todos me hablarían como tú, estoy segura que todos nos entenderíamos mejor.
Si todos entendieran lo que tú comprendes, no existiría la palabra incomprendido.

Son necesarias tus cualidades, son urgentes. La inocencia se acaba, es cierto, pero la tuya parece eterna, aprovecha en enseñarnos todo lo que llevas dentro y danos la lección que otros intentan mostrar y que por obvias razones no pueden porque no las poseen.

Debo basarme en la profundidad de tu mirada, sincera y limpia, aun no contaminada por la sociedad. Que pena saber que estás propenso a mancharte con odio, envidia, rencor y tocar a la gente. No digo más porque aun no es tiempo de que lo sepas…

Cuantas veces nos hemos cuestionado, hablando sobre el principal enemigo del hombre. Reaccionamos estupefactos cuando nos damos cuenta que el rival protagonista es el mismo hombre. La vida se va degradando, la vamos deshonrando, con dolor, para otros sin dolor y mucha hipocresía…

Y se matan, nos matamos, hombre por hombre, por un pedazo de tierra que nadie se lleva porque a las finales todos nos vamos con nada. Sólo con recuerdos, y no estoy segura de eso, porque no deseo llevar recuerdos de ese tipo, de ese peso. Y luchan a muerte por tanta superficialidad incrustada en los hemisferios cerebrales, muy bien impuestos por las publicidades. Comunicadores también…

Y la verdad es que un tal Daniel Biasevich hizo que esciribiera esto, porque antes sólo lo pensaba con temor. Son las circunstancias que te impulsan y la indignación, decepción de uno mismo por sólo escribirlas y no dar más. Lo siento.

… Después de todo retomo tu sonrisa y quiero vivirla cada segundo porque es lo único que llevaré. Entonces sigamos bailando durante dos horas, hasta que desaparezcas de mi vista o yo de la tuya.

A CINTHYA.

Recostada sobre el sillón de mi casa contemplaba la sala, y raramente me parecía más amplia de lo normal. Veía pasar las horas, descansando, como cavilando, como esperando…
Interrumpió mi tranquilidad el teléfono, instalado en una esquina, como castigado. Sobresaltada por el susto de su timbre, atendí la llamada levantando el auricular, con el corazón exaltado.

-Hola, buenos días- dije con voz temblorosa.
-¡Aló!- respondió una mujer cuya voz desconocía.
-¿Tu eres hermana de Cinthya?- preguntó
-Sí, lo soy- respondí intrigada.
-Mira hija tu hermana está en el hospital de policías. Tuvo que ser llevada de emergencia- informó tratando de imponer tranquilidad…

El silencio presionó mi garanta, mi cuerpo se enfrió, mis ojos no parpadeaban…

Luego de haber escuchado a la nada por un minuto, sólo atiné a decir «gracias». En silencio quedé perpleja, paralizada, asustada, permanecía de pie, tratando de encontrar mínima solución al hecho que estancó mi cerebro.

Cinthya, mi hermana mayor, tiene 19 años. Ella es cadete de la Escuela de Oficiales de la Policía. Convive con más de mil de sus colegas. Sus vidas se acortan allí dentro, en ese mundo todo es limitación, viven paramentrados. Ellos no caminan, ellos corren, tampoco hablan, sólo gritan, ¿existe la justicia? … No hay vida propia allí dentro…

Ella es muy valiente, camina sin mirar atrás, camina con paso seguro, su vida se vuelca hacia su vocación, luce su estigma a donde vaya, lo luce con orgullo y se nota en cada postura rígida al caminar. Su mirada asusta a los que desconoce y envuelve ambigüedad en su conversar.
Llegué a ese hospital, moría por verla, necesitaba mirarla. Mi cuerpo temblaba. Caminé buscando a la persona que marca los días de mi vida con ejemplos, entre paredes blancas y sábanas del mismo color. Caminaba casi a ciegas, tratando de encontrar su rostro en medio de penumbras. Caminaba por inercia y con ganas de verla.

Hallé su habitación, era el número que buscaba. Ingresé. El corazón se me aceleraba a cada paso…

Allí estaba ella, recostada y aburrida. Sus ojos grandotes estaban tristes, su rostro era del color de las paredes, tan pálido, su semblante me hablaba muy débil. Sus ojos decaídos se fijaron en los míos, mi rostro también palideció.
Las agujas incrustadas en sus bracitos incrustaban mi corazón, ¡que dolor el mío! El suero no paraba de gotear mientras planeaba como iniciar una amena conversación que pudiese cambiarle la carita…

¡Hola! , ya llegué – le dije con tono escandaloso, como acostumbro hablarle (y ella sonríe siempre). Pero esta vez no fue así…

Otra vez el silencio se hizo presente. Ella me miró, trató de sonreír, lo estaba logrando, y al verse ahí tumbada con tantas cosas alrededor, sus lágrimas llegaron antes que su sonrisa.
Mi plan falló, porque me abalancé contra ella a juntar sus lágrimas con las mías.

Cinthya, como la llaman en ese lugar, estaba apunto de morir- y ella no lo sabía-.
Desconocí a mi sangre, tan débil, callada y triste. La muerte la rondaba, y por primera vez, ella sintió el temor.

domingo, 7 de junio de 2009

A LOS 21 EN PARACAS

Estás tranquilo, calmado, como el mar que nos miraba acostados sobre su arena. Me doy por persuadida a cada segundo frente a ti, y me rindo frente al mar que conquista y me acoge rodeada con tus brazos.

No es la edad como rótulo, es el tiempo que vimos pasar de repente, sin planificar, sin conspirar, sin presagiar a los 21, y ya es mucho en tan poco.

Las calles son tan cortas y tranquilas, como los días que caminé de tu mano. Las mañanas frías y pesadas, como antes de descubrir lo que ignoraba saber. La noche, ella que nos enseñó a convivir por algunas horas, sigue siendo hermosa y callada por ahora.

Paracas y sus atractivos no llamaron nuestra atención. Es bonito el lugar, pero elegí morir una vez más con los labios sobre tu mejilla. Caerme suavemente a tu lado mientras duermes y dormir también, descansar pegada a tu rostro y asfixiarme con tu piel.
Esas noches se consumían, los cigarrillos también. Las palabras sobraban, el frío atacaba, Los Frayles, nuestro mejor refugio…

Paracas era un universo, nuestro universo que alejó todo y a todos mientras el viento soplaba a favor del quién sabe, mientras creímos en un futuro con ambiciones.
Mis ojos son tan tuyos después de todo… pero ahí estás, ahí vas, con los ojos tiernos, con la mirada sobre mi y a veces no.

Es hora de marcharse el desayuno nunca llegó, el placentero descanso pudo más que el hambre. Es hora de terminar con la historia fuera de Lima "la estresante” que nos hizo huir al sur y perdernos al llegar. Es hora de irnos. Toma tus cosas que no se te olvide nada, toma mi mano que no se te ocurra soltarla, Flores nos espera con su asiento trasero y Lima con su neblina.

Ya es tarde… adiós Paracas, fue un gusto conocerlos.

miércoles, 3 de junio de 2009

ADIÓS NÚMERO CUATRO

Aquí estamos, sin saber cómo estamos. Así vamos, a la deriva, naufragando, sin ver dónde pisamos. Así no quiero ir, así no camino. Cómo caminar ahora si volamos primero. Cómo detenerse sin caer. Cómo hacerlo si le temo a las alturas.

Deberías saber que no ando vacilando como parece. Deberías saber que ya no sueño y camino mejor, no sé vivir de sueños, te prefiero tangible. Si quieres devolverme los sueños… sólo hazlo ya!

viernes, 29 de mayo de 2009

SOLITARIO

Jugaba “solitario” antes de saber que mi semana tendría dos noches especiales pasadas las 20:00. Jugaba como con las noches de mi vida, con los días, con los veranos, con los inviernos, con la misma habilidad. Siempre como primera y única persona.

Buscaba las cartas correctas y terminar con el juego interminable de cada noche antes de dormir. Claro que no apostaba, no tenía nada que perder ni ganar y porque tampoco hay monólogos ludopáticos ¿o si?

Creía jugar correctamente, ganar a nadie y festejar sola era incitante para abatir el estrés y no extrañarte porque no sabía quién eras. Solitario no es sólo un montón de cartas en forma descendente. Es más que eso…

… aprendí que el solitario no sólo se juega solo, que es más divertido apostar con alguien que no conoces, y que no sabes si está solo, que va medio en broma, que va medio en serio y escapó mi razón al presentarse la madrugada…

Aprendí que la vida es como el jueguito del cual hablo, las cartas como los pasos que damos, los símbolos están por descubrirse aun. Lo de nosotros va en forma ascendente como las primeras cartas horizontales. Que si va uno, le sigue el otro y mi razón sigue perdida embriagada por la madrugada…

No es ilógico decir que solitario no puedo jugarlo sola, sencillamente es cierto. Simple y llanamente te necesito como una carta negra precedente a tu número rojo y salir del montón que trifulca a tu lado o al mío estorbando. Buscaba esa carta que me de la sensación de ganar, de seguir jugando, de buscar más y más para conocer lo oculto…

Ahora quiero saber cómo es que juegas tú. ¿Jugamos? …Pero no te vayas si me quedo sin cartas.

martes, 26 de mayo de 2009

MAL INTENCIONADO

Ciegos de la noche. Ciegos como principiantes del ciclo vital. Como cuando se llega a la vida sin sentido y visión. Ignorantes de lo ajeno. Ciegos ante la señal no identificada. Ciegos como perdidos en la resignación de ver imágenes vivas de seudo amor.

El oscuro andar de tus pasos, lejanos hasta el cien. Caminos oscuros sin palabras exactas, pasos similares imprecisos. Días posteriores con penumbra amical. Dudo -amistad mal intencionada- dijiste. Días de noches y un fin incierto para complementar nuestras vidas.

Relación equivocada y manos entrelazadas por error. No estaba programado. No tenía noción del tiempo cuando veía tus letras modernas. No presenté algo turbio con ánimos de alterar tu mirada.

No puedo explicarlo, no te agobies, que sé lo que sientes. Voy paseando por tu figura insegura. Camino rodeándote, observándote siempre. ¿Aún tienes un halls negro?

sábado, 23 de mayo de 2009

DE ACERO

Puedes verte en mi mano derecha, en el dedo anular. Te pierdo y regresas, vienes y vas y te quedas…

Sé que no querías marcharte, sé que te negabas en alejarte de todos y de todo. Discúlpame por no haber hecho algo e impedir que te fueras mientras lograba alegrarte, mientras pasaban los días, mientras estabas conmigo, mientras tu dolor se agudizaba, mientras ya no me recordabas, mientras alucinabas, mientras te me ibas lentamente…

Disculpa por no entender que eres la gran influencia en mi vida, que tengo un Vick Vaporub eterno por las noches y un vino que tomo a tu nombre. Disculpa porque a esa edad no entendía nada y solo quería jugar. Ahora ya no estás, ya son cuatro años… disculpa por las míseras letras, no mereces esto, mereces el lugar celeste, donde sé que te encuentras y más... Disculpa por invadir tus cuatros paredes que transformé, no me iré porque te siento tan igual como cuando te hacía dormir, tan igual como cuando me esperabas despierta, tan igual como cuando mencionabas mi nombre con esa voz tan dulce y llena de bondad que te retrata, tan igual como cuando me dabas hasta lo que no tenías.

Cuídame como lo haces hasta hoy, eres mi bien, eres paradigma, eres mi mano derecha y mi dedo anular, eres todo y eres de acero en forma de anillo…

Cuídame que te necesito más que nunca, llévame de la mano como cuando yo lo hacía y tomaba la tuya. Descansa tranquila que no solo te beso por las noches. Descansa tranquila que te recuerdo y a cada paso te sigo besando como cuando lo hacia por las noches antes de verte dormir. Sigue durmiendo, hasta que me lleves contigo.

lunes, 18 de mayo de 2009

¿CUÁNDO SE TERMINA UN POEMA?

Un poema se termina cuando se pierden tus ojos en la noche confusa por el temor y mis ojos te acompañan a la incertidumbre de las dudas. Se termina un poema cuando tus manos se alejan y las mías tiemblan por tu ausencia y la mezcla entre frío y nostalgia por lo aun no vivido se presentan sin más que decir. Se termina un poema cuando cuelgas el auricular y las estrellas brillan más que nunca sin tu voz.
Un poema se termina cuando se infiltra el “me alejo de ti” y la noche deja de ser hermosa por más estrellas que haya sosteniendo el techo infinito. Un poema se termina cuando accedes a seguir el juego de la distancia forzada entre tu cuerpo y el mío. Un poema se termina cuando el temor de tu pasado se presenta a querer persistir con la historia que yo quiero.
Un poema se termina cuando las madrugadas dejan de lado la tonalidad perfecta que tú le regalas con tu voz. Un poema se termina cuando bajas del vehículo y mi viaje es más largo que nunca. Un poema se termina cuando llega la noche y no estás conmigo para verla desaparecer.Un poema se termina cuando tus labios se separan de los míos como última señal del día. Un poema se termina cuando la hora se torna infinita y tu estás pero a la vez no.
Me dijeron que un poema se termina cuando se coloca un punto final. Digo no. Digo no puede ser tan sencillo acabar con un poema. Me señalaron que se termina cuando se acaba la inspiración. Digo tampoco. Digo tampoco porque ella es eterna cuando se acuerda de ti.

Un poema se termina cuando se adjudica las letras al ser que las propina. Lo digo yo y discrepo conmigo. Digo no una vez más. Un poema no termina así. Todos son tuyos y yo sigo escribiendo…

viernes, 15 de mayo de 2009

¿TE ARREPENTIRÁS?

Ahora tengo miedo, miedo de haber hallado tus ojos cuando quizá no debí encontrarlos.
Tengo dudas, dudas de tu silencio y tu mirada perdida que se mecen a mi lado.
Tengo lágrimas, esas que brotan acompañando al corazón en su danza triste.
Tengo cigarrillos, de esos que dibujan tu nombre y un cenicero que espera tus dedos.

El tiempo ya no cuenta, las palabras reloj, horas, días, semanas no desempeñan su rol categórico; y te apuesto- porque te gusta apostar- que lo minutos ignoran el por qué de su existencia entre nosotros.
… ¿te arrepentirás de eso?

La pregunta vacila a cada paso, como bailando su coreografía muy bien estructurada.
Hay un hecatombe de sueños que quiere surgir, no lo dejes crecer, no lo dejes.
Es suficiente la pregunta principal para hacerme caer. Sostenme, no dejes que caiga.
No sueltes mi mano que aún tengo miedo, y la duda latente juega en mi cerebro.

… ¿te arrepentirás de esto?

Mi propuesta es que camines conmigo, no sólo lunes y miércoles, inventémosle más días a la semana y conquistemos las horas.
Te incito a conocerme, a conocerte, a abolir los miedos, a mirarte de noche, a conversar de madrugada.
Te propongo viajar cada feriado extenso, saturado de estrés, plagado de añoranza, y con ansias de dejar todo y llevar nada.

El tiempo ya no cuenta, camina y no te vuelvas, que abril no es un simple mes.
Camina y no temas, pero cree en ti, cree en mí y no te arrepientas que el final llegará y lo veremos pasar.

domingo, 10 de mayo de 2009

SONREÍR AL FINAL

Créame un poema. Créame una historia donde se haga realidad; triste; porque de lo contrario no sería real. Inventa una novela donde pueda ser feliz al final y seguiré el guión con la esperanza de verme sonreír.

No analices el desenlace, sólo has que bailen tus dedos con mi rostro en tu mente, sólo descríbela aunque duela porque estoy ansiosa de protagonizarla y temerosa del devenir, preparo el corazón a ser inmune al dolor…no lo conseguiré. Pero no te detengas, parte de la historia la tienes hecha y me agrada…

Llévame a donde quieras, caminaré a tientas te lo prometo, pero no olvides que quiero sonreír al final de este cuento.

viernes, 24 de abril de 2009

DICEN

Dicen que lo que empieza rápido termina al mismo tiempo. Dicen que los pasos de prisa se dan sin ver las vallas del camino. También dicen que el inicio de algo nuevo es la destrucción de lo pasado más preciado tal vez. Tu camino, el mío, aun van zigzag…

Dicen que me gustas, dice que te gusto a pesar del tiempo que no percibimos. Cómo fiarme de tus ojos, cómo explicarte que mi silencio dice mucho y no dice nada. Tu silencio no incomoda y el mío aun no lo entiendes.

Dicen que uno, dos o tres meses es poco tiempo para olvidar y cambiar de vida. Un año es mucho tiempo para que se lo lleve el viento y mis escritos. Cómo lo puedes hacer tú, cómo puedes cambiar en un día de rostro, de labios, de piel por otra misma serie…

Dicen mucho las miradas, pero cuentan más las actitudes. Cómo puedes seguir con la historia y mantener este desenlace. Cómo puedes rodar esta película sólo en tu mente y en la mía, sin espectadores, sin testigos, sin admiraciones o críticas. Yo no quiero esconderme tras el camarín de la mentira, yo no quiero ser alguien que no lo soy y serlo por minutos o a escondidas para ti, yo no quiero ocultarme como lo hago del sol.

También dicen que las mentiras tienen poco tiempo de vida, que si se cae, se cae el trama de una historia, y que si se termina algo, algo se muere, y si algo se muere es porque algo había nacido, y si algo había nacido, es porque alguien lo creó…

… Quién creó entonces las horas de madrugada con tu voz, quién inventó el tiempo al compás de tu respiración perdida en la oscuridad, quién puede cambiar las noches en las mejores noches…

… Quién creó las noches donde se puede caminar de tu mano, quien creó tu historia, la mía y las juntó, quién permite los abrazos nerviosos no permitidos, quién pudo sentir el rubor en el rostro cuando las palabras bonitas flotan al costado y el silencio que no comprendes invade…

… Quién dijo que las horas pasen sin permiso cuando estoy contigo, quién dijo que no existe motivo para caminar abrazados, quién dijo que sin los hay…

… Quién dijo que se puede querer sin conocer, quién dijo que no…
Dicen que fuiste tú, dicen que fui yo. Dicen que ya no puedo más…

jueves, 9 de abril de 2009

PREFIERO EL INVIERNO

Prefiero los tonos inviernos y las actitudes con frío. Quiero un camino húmedo y caminar abstraída con la mirada en la neblina.

Salir sin tener que fruncir el seño mientras inhalo el cálido oxígeno que quedó del día. Prefiero salir abrazándome con el viento acariciándome, salir cuando salgas y crear la casualidad del encuentro…

Quiero caminar contigo o conmigo y mi orgía, pero caminar mientras llegue el frío a mis huesos. Si usted piensa que soy cruel al ver los tristes rostros en invierno transitar. No tergiverse mi sonrisa, ellos no reconocen la poesía que emiten los días fríos.

Prefiero el invierno que te toca como a mí. Los días pueden confundirse con la noche y la neblina se ríe de las extrañas miradas y de los guiños que le envío yo. Y es que el invierno abraza a la noche y al día, y la estación se convierte en amor.

Quiero caminar contigo y contar mis pasos si no estás. Es preferible que te agrade el invierno y quedarme contigo, a salir sin ti, con el frío encima con un camino húmedo como el de hoy.

viernes, 6 de febrero de 2009

FERNANDO HIDALGO IBARRA.

Yo redactaba una nota triste. Yo escribía pensando en la crueldad de la vida y la injusticia que les toca vivir a algunos tratando de hacer el seudo bien, con uniformes y posturas estrictas. Yo anotaba los datos de las personas fallecidas en ese operativo, en ese estúpido operativo. Yo buscaba referencias de los dos caídos en el duro enfrentamiento, donde tenían todas las de perder. Yo seguí la noticia casi cuatro días sin saber los nombres de los protagonistas de esta historia de horror.

Yo leía todas las notas buscando algo que quizá presentía. Yo indagaba los nombres de los fallecidos por inercia. Yo buscaba algo que no quería encontrar. Yo hallé el nombre de los dos policías muertos… Y encontré tu nombre, Fernando…

No quise escribir más porque le dolor entumecieron mis dedos. Porque los recuerdos se me vinieron por montones. No quise escribir más porque sabía que eras tú desde un principio. No pude escribir porque mis manos fueron directo a mi rostros a tratar de contener el llanto y la desesperación de no poder hacer nada. No puede ni quise escribir, porque tu rostro se plasmó en mi mente, y la mirada la tenía fija en ti.

Te busqué en los reportajes de televisión, como última alternativa a mi esperanza. Para así creer lo que estaba sucediendo viéndote por última vez… Ahí estabas, con tu uniforme, como nunca te había visto, como nunca te hubiese imaginado.

Ahora escribo, ahora te escribo. No era tu hora pienso yo, un balazo no podía arruinarte los sueños. Pienso igual que tu familia, ¡lo sé!

Hubiese preferido que seas un personaje ignoto de mis redacciones, uno más; pero te encontré y ahora no te veré más.

Hasta pronto Fernando, descansa en paz…

domingo, 25 de enero de 2009

NO PUEDES VIVIR ASÍ

Si alguna vez vuelo a verte, verás que sigo con la sonrisa continua. Te diré que aun te quiero. Mis ojos no mienten, porque hay sangre tuya también y lo sabes. No puedes vivir con tanto veneno, no puedes estar dando pasos de coraje, de competencia, paso con ira e inseguridad. No se puede vivir por vivir. No se puede mentir sin sufrir, no puedes no quererme con los recuerdos encima.

Sigo esperándote. Estamos intactas dentro de un cuadro que escéptico aguara el día en que miremos nuestros ojos. No hay premura, no te asustes, pero si hay añoranzas. Sé que es inminente mi esperanza, lo duro es ser consciente que ese día tú no lo esperas como yo.

Tus ojos también han cambiado, y tu rostro lo recuerdo marcado de rubor caliente. Cambia de versión, no trates de dañar mi figura si lo hiciste más de una vez. Soy de las personas que lloran mucho, pero de las que ríen más. Ten cuidado con lo que insinúas, porque me conoces bien, y no puedes auto engañarte con sangre fría.

No minetas acerca de mis ojos, no desacredites mi sonrisa ni mis gestos que es lo que tengo para representarme a primera instancia. Si no deseas verme, recuérdame sin rencor, sin rubor de amargura, porque no se puede vivir así.