domingo, 22 de mayo de 2011


… Entonces, cuando estábamos sobre la cama algo incómodos por las absurdas discusiones, lo invité a ver las estrellas. Nos sentamos a oscuras y recostándonos sobre las almohadas él me prestó su pecho para contemplarlas con más comodidad.
En medio de ese trance impagable, recordé que durante la semana pasada no había podido dormir, tal vez por la extrema añoranza de tenerlo como lo tenía esa madrugada.
Mientras mi oído escuchaba su corazón y pensaba en él teniéndolo tan cerca, mi índice dibujaba más estrellas sobre su cuerpo. Mi boca jugaba entre su cuello para marcarle figuras abstractas que al siguiente día todos reconocieron.
Sabía perfectamente que buscaba paz y al fin pude dormir.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Heridas

No tuvieron porqué hacerte tanto daño.

Tú eres el pez que nada en el mar de mi corazón. Las olas son mis manos. La espuma, una hermosa canción.

El ayer ha marcado tu vida. Te juro que mis lágrimas sanarán tus heridas.

Hoy empiezas a soñar de nuevo. Pero esta es una historia real pecesito de este mar.

Eres tú mismo, esa fea pecera se ropió para entregarte libertad.

Anda, aléjate de los vidrios que a mi me empezaron a cortar.

sábado, 7 de mayo de 2011

El mejor lugar
para aclarar malos entendidos
es dialogar
bajo las sábanas.