viernes, 8 de febrero de 2013

Llorar en silencio

Llorar en silencio... Es estar contigo mismo, pedir/se perdón, saber perdonar/se. Hallarse en la noche, cuando todos duermen para no incomodar. Es comprender y volver a enredar/se. Es soñar, morir, creer. Encontrarte en un desvelo. Pensar en el dolor de otros y sufrir por ellos también. ¡Ay que noche! Sufrir por ti y los tuyos, los que te quedan, los que no estàn, los que se irán. Ese temor tan grande. Llorar en silencio es acompañar el momento mudo de la madrugada, vigilar tu almohada, agudizar sentidos perdidos. Hacer tuyo el previo del amanecer incierto. Lo inminente de la despedida. Creer que eres fuerte, finjir que no duele. Llorar no solo es desfogar, también es dulce melancolía de la soledad.

martes, 8 de enero de 2013

Lo has olvidado

He recordado ese momento sublime en el que nos fundíamos en un interminable abrazo. La inocencia primaba en nuestros ojos, la vida era sencilla. El dolor y la traición no existían, solo ademanes de tristeza, de todo quien adolece en esos tiempos más difíciles. Yo me pregunto si has olvidado eso… Me he visto otra vez en esa fría escalera, donde te castigaban por llegar tarde a casa, acompañándote porque fui parte importante del desacato a la norma. El frío era inclemente, las gradas incómodas y tristes. No nos asustaba la oscuridad. Estábamos allí, como lo prometimos. En verdad me pregunto una y mil veces si has olvidado todo ello…. He revivido ilusiones, fantasías, nuestros pasos por los escenarios y más sueños que nos tenían de la mano. De ello, han pasado siete años ya. El amor sigue en el aire, los recuerdos están en mis dedos, en mi cabeza, en mis palabras, tú estás allá, estás acá, lejos, cerca, pero siempre lejos. Yo siempre estuve aquí, no he olvidado nada, por eso duele. No se ha perdido ningún detalle y mil veces me preguntaré si tú ya lo olvidaste. ¿Te cuento algo? Ya conozco el dolor.