viernes, 29 de mayo de 2009

SOLITARIO

Jugaba “solitario” antes de saber que mi semana tendría dos noches especiales pasadas las 20:00. Jugaba como con las noches de mi vida, con los días, con los veranos, con los inviernos, con la misma habilidad. Siempre como primera y única persona.

Buscaba las cartas correctas y terminar con el juego interminable de cada noche antes de dormir. Claro que no apostaba, no tenía nada que perder ni ganar y porque tampoco hay monólogos ludopáticos ¿o si?

Creía jugar correctamente, ganar a nadie y festejar sola era incitante para abatir el estrés y no extrañarte porque no sabía quién eras. Solitario no es sólo un montón de cartas en forma descendente. Es más que eso…

… aprendí que el solitario no sólo se juega solo, que es más divertido apostar con alguien que no conoces, y que no sabes si está solo, que va medio en broma, que va medio en serio y escapó mi razón al presentarse la madrugada…

Aprendí que la vida es como el jueguito del cual hablo, las cartas como los pasos que damos, los símbolos están por descubrirse aun. Lo de nosotros va en forma ascendente como las primeras cartas horizontales. Que si va uno, le sigue el otro y mi razón sigue perdida embriagada por la madrugada…

No es ilógico decir que solitario no puedo jugarlo sola, sencillamente es cierto. Simple y llanamente te necesito como una carta negra precedente a tu número rojo y salir del montón que trifulca a tu lado o al mío estorbando. Buscaba esa carta que me de la sensación de ganar, de seguir jugando, de buscar más y más para conocer lo oculto…

Ahora quiero saber cómo es que juegas tú. ¿Jugamos? …Pero no te vayas si me quedo sin cartas.

martes, 26 de mayo de 2009

MAL INTENCIONADO

Ciegos de la noche. Ciegos como principiantes del ciclo vital. Como cuando se llega a la vida sin sentido y visión. Ignorantes de lo ajeno. Ciegos ante la señal no identificada. Ciegos como perdidos en la resignación de ver imágenes vivas de seudo amor.

El oscuro andar de tus pasos, lejanos hasta el cien. Caminos oscuros sin palabras exactas, pasos similares imprecisos. Días posteriores con penumbra amical. Dudo -amistad mal intencionada- dijiste. Días de noches y un fin incierto para complementar nuestras vidas.

Relación equivocada y manos entrelazadas por error. No estaba programado. No tenía noción del tiempo cuando veía tus letras modernas. No presenté algo turbio con ánimos de alterar tu mirada.

No puedo explicarlo, no te agobies, que sé lo que sientes. Voy paseando por tu figura insegura. Camino rodeándote, observándote siempre. ¿Aún tienes un halls negro?

sábado, 23 de mayo de 2009

DE ACERO

Puedes verte en mi mano derecha, en el dedo anular. Te pierdo y regresas, vienes y vas y te quedas…

Sé que no querías marcharte, sé que te negabas en alejarte de todos y de todo. Discúlpame por no haber hecho algo e impedir que te fueras mientras lograba alegrarte, mientras pasaban los días, mientras estabas conmigo, mientras tu dolor se agudizaba, mientras ya no me recordabas, mientras alucinabas, mientras te me ibas lentamente…

Disculpa por no entender que eres la gran influencia en mi vida, que tengo un Vick Vaporub eterno por las noches y un vino que tomo a tu nombre. Disculpa porque a esa edad no entendía nada y solo quería jugar. Ahora ya no estás, ya son cuatro años… disculpa por las míseras letras, no mereces esto, mereces el lugar celeste, donde sé que te encuentras y más... Disculpa por invadir tus cuatros paredes que transformé, no me iré porque te siento tan igual como cuando te hacía dormir, tan igual como cuando me esperabas despierta, tan igual como cuando mencionabas mi nombre con esa voz tan dulce y llena de bondad que te retrata, tan igual como cuando me dabas hasta lo que no tenías.

Cuídame como lo haces hasta hoy, eres mi bien, eres paradigma, eres mi mano derecha y mi dedo anular, eres todo y eres de acero en forma de anillo…

Cuídame que te necesito más que nunca, llévame de la mano como cuando yo lo hacía y tomaba la tuya. Descansa tranquila que no solo te beso por las noches. Descansa tranquila que te recuerdo y a cada paso te sigo besando como cuando lo hacia por las noches antes de verte dormir. Sigue durmiendo, hasta que me lleves contigo.

lunes, 18 de mayo de 2009

¿CUÁNDO SE TERMINA UN POEMA?

Un poema se termina cuando se pierden tus ojos en la noche confusa por el temor y mis ojos te acompañan a la incertidumbre de las dudas. Se termina un poema cuando tus manos se alejan y las mías tiemblan por tu ausencia y la mezcla entre frío y nostalgia por lo aun no vivido se presentan sin más que decir. Se termina un poema cuando cuelgas el auricular y las estrellas brillan más que nunca sin tu voz.
Un poema se termina cuando se infiltra el “me alejo de ti” y la noche deja de ser hermosa por más estrellas que haya sosteniendo el techo infinito. Un poema se termina cuando accedes a seguir el juego de la distancia forzada entre tu cuerpo y el mío. Un poema se termina cuando el temor de tu pasado se presenta a querer persistir con la historia que yo quiero.
Un poema se termina cuando las madrugadas dejan de lado la tonalidad perfecta que tú le regalas con tu voz. Un poema se termina cuando bajas del vehículo y mi viaje es más largo que nunca. Un poema se termina cuando llega la noche y no estás conmigo para verla desaparecer.Un poema se termina cuando tus labios se separan de los míos como última señal del día. Un poema se termina cuando la hora se torna infinita y tu estás pero a la vez no.
Me dijeron que un poema se termina cuando se coloca un punto final. Digo no. Digo no puede ser tan sencillo acabar con un poema. Me señalaron que se termina cuando se acaba la inspiración. Digo tampoco. Digo tampoco porque ella es eterna cuando se acuerda de ti.

Un poema se termina cuando se adjudica las letras al ser que las propina. Lo digo yo y discrepo conmigo. Digo no una vez más. Un poema no termina así. Todos son tuyos y yo sigo escribiendo…

viernes, 15 de mayo de 2009

¿TE ARREPENTIRÁS?

Ahora tengo miedo, miedo de haber hallado tus ojos cuando quizá no debí encontrarlos.
Tengo dudas, dudas de tu silencio y tu mirada perdida que se mecen a mi lado.
Tengo lágrimas, esas que brotan acompañando al corazón en su danza triste.
Tengo cigarrillos, de esos que dibujan tu nombre y un cenicero que espera tus dedos.

El tiempo ya no cuenta, las palabras reloj, horas, días, semanas no desempeñan su rol categórico; y te apuesto- porque te gusta apostar- que lo minutos ignoran el por qué de su existencia entre nosotros.
… ¿te arrepentirás de eso?

La pregunta vacila a cada paso, como bailando su coreografía muy bien estructurada.
Hay un hecatombe de sueños que quiere surgir, no lo dejes crecer, no lo dejes.
Es suficiente la pregunta principal para hacerme caer. Sostenme, no dejes que caiga.
No sueltes mi mano que aún tengo miedo, y la duda latente juega en mi cerebro.

… ¿te arrepentirás de esto?

Mi propuesta es que camines conmigo, no sólo lunes y miércoles, inventémosle más días a la semana y conquistemos las horas.
Te incito a conocerme, a conocerte, a abolir los miedos, a mirarte de noche, a conversar de madrugada.
Te propongo viajar cada feriado extenso, saturado de estrés, plagado de añoranza, y con ansias de dejar todo y llevar nada.

El tiempo ya no cuenta, camina y no te vuelvas, que abril no es un simple mes.
Camina y no temas, pero cree en ti, cree en mí y no te arrepientas que el final llegará y lo veremos pasar.

domingo, 10 de mayo de 2009

SONREÍR AL FINAL

Créame un poema. Créame una historia donde se haga realidad; triste; porque de lo contrario no sería real. Inventa una novela donde pueda ser feliz al final y seguiré el guión con la esperanza de verme sonreír.

No analices el desenlace, sólo has que bailen tus dedos con mi rostro en tu mente, sólo descríbela aunque duela porque estoy ansiosa de protagonizarla y temerosa del devenir, preparo el corazón a ser inmune al dolor…no lo conseguiré. Pero no te detengas, parte de la historia la tienes hecha y me agrada…

Llévame a donde quieras, caminaré a tientas te lo prometo, pero no olvides que quiero sonreír al final de este cuento.