lunes, 26 de mayo de 2008

BRINDO POR TI

Quiero mencionarte en estos párrafos que se excitan al tenerte por escrito. Hoy te menciono una vez más y sin cansarme de recordar tu corta vida bien vivida; te hago punto de atracción y brindo por ti.
Eh jugado contigo casi nada, he reído más veces que mi propia edad y eh llorado más de lo normal ante tu fuerte postura. He corrido por temor y eh vuelto a llorar por tus lágrimas caídas o por caer. Te menciono hoy porque eres una fuerza contagiante e innata. Te menciono hoy, te mencionaré mañana también, no por relación sanguínea demasiado estrecha. Te menciono hoy, y brindo por ti.
Es fácil cavilar cuando se está a tu lado, propones temas con tu silencio y tu mirada penetrante me lleva a la ambigüedad de tu ser.
No rio tanto si no estás de franco. El mago de la vida sabe que puedo entregarte la mía sin pensarlo, he jugado mucho sin ti, y hoy hago gala a tu nombre, necesito expresar lo que sé sentir y lo que aprendí a sentir. Mi prosa no basta, por eso, brindo por ti.
Hoy pienso que el lado bohemio te lo quité yo, te los arrebaté sin consultar, no es protesta lo que puedas escucharme decir, no es rencor por andar así, mi esperanza eres tú, y dependo de ti aunque mi seudo independencia proclame lo contrario. Brindo por ti.
Quiero mencionarte en este ultimo párrafo también porque creo conveniente culminar parte de mi vida contigo, te proclamo no en un texto inspirado y hallado en la oscuridad de tu habitación, te menciono siempre una vez más, te llamo a mi modo de ser y actuar, te consagro sin bendición, tu divinidad es congénita, por eso y más; brindo por ti.

sábado, 24 de mayo de 2008

OJOS

Mis ojos secuestraron a los tuyos por un instante, cuando los descuidaste hablándome de la vida tan grata como hoy, tus ojos reflejaban eso tan inexplicable y el verde me agrada desde que los vi en la primaria.
Desconozco tus labios ahora, el tiempo ha permitido olvidar su sabor puro y adorable de esos días entrañables. Tus ojos, tus ojos siguen encantando a donde vayas, tu mirada le sigue el juego. Mis recuerdos vagos se filtran en tus ojos que saben aprovecharse de la debilidad de los míos.
Pero tranquilo, no te asustes, que eso de jugar con los ojos de tu alma es imposible ahora. Siéntete cómodo, que ya los días de tu ausencia me explicaron el modo de tu vida futura, el viento me dijo que ya tienes tus días planeados, diversos a los míos lejanos hasta en la imaginación, creados a tu modo, y tan difusos a mi parecer.
Pisa fuerte que te conozco bien, camina despacio como lo sabes hacer…
Que luego de días ignorados te veré una vez más a saludarte, y plantear tus puntos y los míos de cualquier tema.
Lamento algo tarde el no actuar adecuadamente ante tus ojos que son los mismos por dentro y por fuera, lamento haber logrado que cambien de color con su humedad, lamento los pasos que dimos por mi estúpida inmadurez que es comprensible a la edad.
Ya es ajeno a los dos, la situación es otra…
Pero tranquilo, no te asustes, que eso de verte seguido se alejará de nuestro espacio geográfico. Trata de sentirte cómodo ahora que lo necesitas, llévate los últimos días de reencuentro , llévate mi cara de alegría, llévate los momentos escolares del atardecer… llévate también mis planes desconocidos, algún día lo necesitaré, y te lo cuestionaré para una ayuda más… Hasta pronto ojos.

sábado, 10 de mayo de 2008

NOCHE

Salgo de noche, camino sin rumbo y miro al cielo. Sólo ahí logro encontrarme, sólo ahí puedo despejarme, sólo así puedo suplicarle a la lluvia a que me toque una vez más.

El cielo está negro, y no es luto el que viste, la noche se ve triste, mis ojos captan lo que transmiten, la lluvia me acompaña, y es perfecto el panorama…

Salgo de noche porque disfruto de la sombra gigante que oculta mis penas, camino bajo la lluvia porque puede lavar mi rostro de tantas lágrimas caídas.
Ese es mi paisaje exacto, al que puedo mirar y no observar, al que puedo conversarle con plena libertad, al que no me cansaría de mirarlo, hasta verlo desaparecer…
Porque está perfectamente creado, está hecha para mí, porque fue pensado y diseñado a dar confiabilidad y discreción en esa etapa oscura de los días…

Es dulce su contagiante melancolía, es tierna su tenebrosa oscuridad, y es el paisaje preciso que añoro en mis días de verano con sabor a soledad.

Me libero del mal carácter que me acoge cada tarde de soleada, huyo de mi capricho, libero mi seudo poeta que llevo dentro, y todo se lo debo a ella, a esa noche que es mi cómplice perfecta de cada día inquietante, porque si ella no existiera, ya no viviría para contar que la noche es mi complemento eterno.

Sigo caminando y no me canso de su excitante compañía, camino bajo su ausencia de color, pintando de pasos enigmáticos que van acorde de sus segundos. Me lleno de frío interno y mi piel luce indescriptible.

Voy paso tras paso, voy con las manos en los bolsillos, sigo con la mirada sobre la nada, como perdida, sigo fiel a ella, ella que luce tan clara y casi perfecta. Me marcho con ella, a esperar su retorno de doce horas, me marcho con ella y no me despego más, se va, porque sabe que debo descansar, se va, y la dejo ir, porque sé que regresará.
Sigo caminado entonces, despidiéndome a cada paso que doy, a cada pisada que marco con desgano.

Ese es, mi paisaje favorito, eterno para mi, efímero para otros, esa es la noche, bendita noche que conspira enigmáticamente, bendita noche que camina con el, como yo lo hago con ella.