miércoles, 31 de marzo de 2010

AY DE MÍ


Ay de mí, si tu pudieras ver y verme sin distorsión y sin prejuicio alguno que desborde tus ideas y se fije en mi eje principal, tú.


Ay de mí, si pudieras respirar y respirarme entre el viento y sepas diferenciarme de esa frialdad.
Ay de mí, si pudieras tocar mis manos y jugar con las yemas de tus dedos a que resbalan por mis mejillas.


Ay de mí, si tus ojos pudiesen mirarme y mirarme y sólo mirarme. Ay de mí y de mis ojos si pudieran conocerte; ay de mí.

2 comentarios:

V a v o dijo...

Ayayay! nu se pi, toy muy jueliz hoy asi q no estoy muy inteligente, solo se que me gusta! ayayay!

V a v o dijo...

Hablando de ayes, hay un poema de Machado que son ayes tras ayes, y termina con un ay magnifico: Ay del verdadero amante de mi amada! despues de eso solo queda cerrar el libro (tu sabes, la cochina).

Pd: La referencia mas antigua a los ayes como figura poetica esta en la biblia. Era muy usado por profetas cuando se lamentaban de las cosas horribles q le iban a pasar a los pecadores. Ay de nosotros!