
¡Que más da! -piensa la señorita-. Qué más da concluir lo que no inició...
La experiencia se va, queda el recuerdo aprendido
Los momentos se van, sólo queda la noche,
Los besos se olvidan, quedan tus labios.
Los abrazos se los lleva el viento, sólo quedan las estrellas con quien jugar…
Que más da llorar por ti, por mí, si lo hice en silencio mientras tú dormías.
¡Qué puedo hacer! -dice el jovencito- encogiendo los hombros
Los días pasan, y los nuevos se hacen presentes
Los ojos cambian de dirección, y sólo quedan las miradas como fotografías de recuerdo.
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