sábado, 22 de mayo de 2010

QUE EL FRÍO NO LOS DAÑE MÁS


Todo se vuelve frío, muy frío. Sí, me gusta el frío, es decir, el invierno, la lluvia y los estados parecidos. Pero esta vez me voy a referir a la frialdad de aquellas 'personas' que sin querer me entero de su vida, de la de su familia.

Padres que tratan de matar -o que logran hacerlo - a sus hijos para no reconocerlos y así no tener que pasarles pensiones. Profesores que tocan maliciosamente a sus alumnos con alguna otra excusa. Padres, tíos, cuñados que abusan sexualmente de los más indefensos. Les pondría más ejemplos, pero sigo siendo muy cobarde.


A mi me alegra el frío, el invierno, el . Hay otro tipo de frío, en la vida de esos pequeños ahora, lo sé. Sé que no son las únicas historias. Sé que hay muchas boquitas aún cerradas ante el temor o la vergüenza. Frío en sus corazones, tan solos, alejados del respaldo que ni siquira se atreven a pensar en quién podría confiar. Que el frío nos ayude a recordar que hay muchos indefenso que nos necesitan y tantas bestias adultas que deberían conegelarse con dolor en el tiempo.

2 comentarios:

V a v o dijo...

y si en lugar de dejar que se congelen con dolor en el tiempo, los abrazamos tan tan fuertototote que le derretimos todo lo podrido que tienen dentro?

he ahi mi pecado.

INCRUSTADA EN LA INEFABILIDAD dijo...

Puede que sea una buena alternativa para aquellos que tienen el coraje de hacerlo. Yo no sè si podría...