sábado, 12 de noviembre de 2011

PRIMER BESO


Pude perderme en el tiempo, mis manos estáticas y sin rumbo iban al compas de mis labios muertos, paralizados por el temor al nuevo contacto. El temblor interno alentaba a los tuyos que gritaba en secreto.
Me perdí en el tiempo y visité la no realidad, viví en el adentrado mundo con las cortinas cerradas y oscuras convivientes del nerviosismo. Me perdí en el instante que descubrí una sola saliva, una sola boca, un solo respiro agitado y eterno.
Era confuso lo que pasaba ahí no tan debajo de mi rostro, era un enredo de labios agonizantes por la ignorancia. Era otro mundo que visité, decorado como mis sueños de penumbras. Se siente a poca luz. Extraídos de alrededor, discriminados por el resto.
Cuando se abrieron las cortinas acompañadas del desconcertado amanecer prematuro, tu rostro ya no eran dos, tu nariz era solo una ahora. Tus labios siempre lo fueron. El perpetuo líquido labial se perdió como rio en el mar logrando conquistar como lo hace la orilla a los pasos del errante.
Y callé. Callé todo el tiempo mientras caminaba sin dirección, callé porque el temblor interno insistía en hacerme compañía. Callé porque no podía opinar sobre la confusión de uno de los sentidos que se encontraba casi inmóvil de pasmo.

1 comentario:

AV dijo...

me encantó el poema. qué beso, qué manera de ilustrar un momento.